domingo, 17 de octubre de 2010

Palabras de la Presidenta en lanzamiento de convenio financiamiento para la producción agropecuaria.

Cristina Fernández junto a los gobernadores Daniel Scioli, de la provincia de Buenos Aires; Luis Beder Herrera, de La Rioja; y Sergio Uribarri, de Entre Ríos, antes de anunciar el del Programa de Financiamiento de la Producción Agropecuaria y Agregado de Valor en Origen
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jueves, 14 de octubre de 2010

PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA NACIÓN, CRISTINA FERNÁNDEZ

EN EL ACTO PARA LA FIRMA DE CONVENIO DE

FINANCIAMIENTO DE LA PRODUCCIÒN AGROPECUARIA,

EN EL SALÒN DE LAS MUJERES ARGENTINAS DEL BICENTENARIO.

Muy buenas tardes a todos y a todas; señor Gobernador de la provincia de Buenos Aires; señor Gobernador de la provincia de Entre Ríos; señor Gobernador de la provincia de La Rioja: muchas gracias Daniel por tus palabras, también quiero agradecer a la Sociedad Rural de Córdoba que está presente y con la que inauguramos, recién formalmente, el salón de al lado, el Salón Martín Fierro nada menos, con esa maravillosa pintura de Carpani y quiero agradecerle a ellos su presencia y esos quesos que me trajeron ahí, que ustedes ven, productos argentinos, parte de estos créditos que hoy estamos dando es para esto: para agregar valor a por ejemplo nuestra cuenca lechera en Córdoba un productor caprino...¿dónde estás que quiero verte?

Levantá la mano a ver dónde estás, allá atrás.....hola. Bueno ese señor que levanta la mano fue quien me regaló esas cajas de quesos, es uno de los mayores productores caprinos del país y produce esto que son verdaderas exquisiteces, delicatessen, como les dicen.

Esto es trabajo argentino, valor agregado argentino, estos 1.100 millones de pesos, más los 500 que ponen la provincia de Buenos Aires, 1.600 en total están destinados, una parte muy importante, a este tipo de emprendimientos: a maquinaría agrícola, a siembra de girasol, que se suman a los 600 millones, que anunciamos en febrero - señor ministro, ¿lo recordará? - y que ya fueron ejecutados tambièn en un cien por cien; estamos hablando de febrero a la fecha de 2.100 millones de pesos en créditos para pequeñas y medianas empresas que - como dice Juan Carlos Fabrega, un hombre que hizo todo los cursos, es un orum en el Banco Nación, 42 años allí - y dice que nunca en su vida vio otorgar tantos créditos a la pequeña y mediana y empresa y a la producción.

Y es cierto, estamos viviendo un momento maravilloso en la República Argentina, vamos a ingresar en nuestro octavo año de crecimiento.

Hemos sobrepasado una de las crisis más formidables que se recuerden, desde el año 1930, globalmente y lo hemos superado muy bien.

Ya vamos con el 9 por ciento de crecimiento anual de nuestra actividad económica, está creciendo la actividad industrial, inclusive por arriba de lo que dicen nuestras mediciones oficiales del INDEC; las mediciones del sector privado en cuanto a crecimiento de la actividad industrial son superiores a las de los registros oficiales.

Lo mismo puede decirse en materia de producción de metalmecánica, de automotrices, estamos batiendo récords de producción automotriz y también de motos.

¿Por qué yo le doy tanta importancia a la moto?

Hay un 90 por ciento más, en el mes pasado.

Porque la moto es el vehículo de los trabajadores, cuando se vende mucha moto es porque el trabajador - y uno lo puede ver en el Chaco, en La Rioja, en el interior de las provincias - ve la actividad.

Y realmente hemos hecho esto porque con mucha responsabilidad, si algo podemos mostrar al mundo es que hemos tenido un crecimiento económico, pero un crecimiento con distribución del ingreso, un crecimiento con equidad, un crecimiento que ha llegado a millones de trabajadores que han vuelto a tener trabajo, que ha llegado a todos los jubilados.

Hoy tenemos casi el 90 por ciento de los argentinos, con edad para jubilarse, cubiertos por nuestro Sistema Previsional Argentino

Además, estamos llegando a millones de niños, cuyos padres no tienen trabajo o tienen un trabajo informal y hoy van a la escuela. Me decían varios intendentes en el conurbano que es la primera vez que no tienen que repartir zapatillas o guardapolvo al inicio de las clases, qué maravilloso que el padre le pueda comprar el guardapolvo y la zapatilla y no se la tenga que dar el intendente o el gobernador o la Presidenta.

Y que la presidenta, en todo caso, entregué una netbook a los estudiantes secundarios públicos del país, que eso sí tenemos que hacerlo porque obviamente es algo que no puede cubrirlo muchísimas familias argentinos y tenemos que tender y a revitalizar ese instrumento poderoso que fue la educación en nuestro país de movilidad social, que permitió precisamente que los hijos de los trabajadores pudieran llegar a la universidad y también ¿por qué no? a la presidencia.

Esta Argentina virtuosa que estamos construyendo con una administración absolutamente responsable de nuestros recursos, es la primera vez que la Argentina tiene superávit fiscal, superávit comercial, acumulación de reservas sin precedentes, desendeudamiento sin precedentes.

Porque estamos desendeudándonos de otras deudas, pero no contrayendo en una bicicleta financiera permanente, como era antes, donde cada vez pagábamos y cada vez que lo hacíamos terminábamos cada vez debiendo más y teniendo esa deuda como un condicionante formidable.

Por estás cosas cuando uno lee en algún diario o escucha algunas manifestaciones - yo lo dije hoy a la mañana, en la localidad de Moreno - cuando recordábamos ayer también, en este mismo lugar, 43 millones de pesos en subsidios a la agricultura periurbana.

Y yo decía que lo que se sancionó, ayer en el Parlamento, es la ley de quiebra del Estado.

Y yo como Presidenta de la República Argentina no puedo permitir que el Estado quiebre.

Primero, porque tengo una Ley, la 24.156, que me obliga a mí y a todos los funcionarios del Estado que cuando uno sanciona una norma, que aumenta los gastos, los egresos, tiene que poner de dónde viene el financiamiento. La ley me obliga y la Constitución me obliga a cumplir las leyes.

Pero además de esta cuestión, está claro que lo que se intenta es desfinanciar y quebrar el Estado para que finalmente no terminen cobrando ni los jubilados, ni los docentes, ni podamos hacer esto, porque está claro que a ver... de dónde salen estos 1.600 millones que hoy ponemos en la producción para generar riqueza y mayor trabajo; los 43 millones, que pusimos ayer para la agricultura periurbana.

En todos los subsidios que estamos llegando a la población y también a productores, a empresarios para seguir teniendo esta competitividad, estas variables macroeconòmicas, esta acumulación de reservas, este pago de deudas, que nos obliga - por sobre todas las cosas - a ser muy responsables. Pero además está la historia que yo quisiera recordarla, está en el Decreto en el cual he vetado esta ley de quiebra, que ayer sancionó el Parlamento.

Porque tengo mucha responsabilidad, son 40 millones de personas que dependen de las cosas que hagamos quienes tenemos responsabilidad en el Estado.

En este Decreto recordamos la historia de lo que fue la previsión en la República Argentina.

Si ustedes me permiten, por un instante nada más, año 1958: con gran cantidad de aportantes - claro en ese año veníamos de diez años de gestión del peronismo, de la industrialización del país, sindicatos, trabajadores, muchos aportantes - se instala el 82 por ciento móvil.

¿Saben cuánto duró?

Cuatro años, en 1962 ya daba déficits.

Ahí comenzaron los juicios, ahí comenzó la travesía, la tragedia previsional argentina.

En el año 73 ya se había bajado al 70 por ciento, se eliminaron las contribuciones patronales y los juicios seguían y llegamos al año 84, donde el Presidente Alfonsín reinstaura las contribuciones patronales.

Yo leí ahí algunos que decían que había que aumentar las contribuciones patronales para financiar esto, ya se hizo en el 84'.

Escuchen la historia porque esto no es historia, es la historia reciente de lo que pasó a los argentinos.

Alfonsín reinstaura, en el año 84, las contribuciones patronales, se acentúa la crisis de financiamiento porque está comprobado que cuando a los empresarios se les ponen más cargas patronales lo primero que hace es no tomar más empleados o despedir los que tiene.

Y no hay obligación, ni ley, ni norma que pueda obligar a los empresarios a tomar empleados; disminuyen los haberes y se decreta el estado de emergencia del Sistema Previsional, en 1986, a través de decretos de necesidad y urgencia, ni existían en la Constitución y en el 86 se dictan los decretos de necesidad y urgencia disminuyendo los haberes de los jubilados, decretando la emergencia previsional.

Estás deudas que siguieron por años fueron canceladas con bonos, durante la gestión de los años 90, y acá el Decreto no lo dice - ¿no sé dónde estará el Doctor Zanini? - pero yo me acuerdo que parte de los fondos con los cuales se vendió YPF, yacimientos petrolíferos del Estado, una parte fue para pagar las regalías a las provincias hidrocarburíferas, lo recuerdo porque nosotros lo recibimos en Santa Cruz, como provincia hidrocarburíferas; nos debían miles de millones de regalías; otra parte fue para pagarle a los jubilados, lo recuerdo porque cobró mi mamá y mi suegra.

¿Miren cómo terminamos con la historia de la previsión? Vendiendo YPF para pagar bonos previsionales.

Esta es la historia, es la historia escrita pro los argentinos.

En el año 1994, además, se instala obviamente ante el desprestigio formidable de cajas jubilatorias fundidas y vaciadas, la idea de que bueno que es privatizar los recursos de los trabajadores y surge, en la década de los años 90, que administran los recursos de los trabajadores, que luego termina también el Estado Nacional haciéndose cargo de la mayoría de los jubilados que no podían ser cubiertos por el sistema de capitalización y llegamos que la crema era administrada y distribuida entre empresas, acciones y demás y el resto lo terminaba pagando el Estado.

Es en este momento, en que nosotros, el año pasado, decidimos recuperar la Administración de los Recursos de los Trabajadores, en soledad también porque lo hicimos con fuertes críticas por parte de la oposición, en cuanto a seguridad jurídica y no sé que otros argumentos.

Diviso de acá a varios legisladores de mi partido, que lo deben recordar mucho mejor que yo.

Y esos fondos, integrados por acciones de las empresas, hoy, los trabajadores argentinos son propietarios de muchísimo capital accionario de importantísimas empresas argentinas, además de títulos también de la deuda argentina, un fondo de garantía que se constituyó precisamente para eso: para garantizar lo que luego vino después, la Ley de Movilidad Jubilatoria, que consagra dos aumentos por año a los jubilados y que en el transcurso de su sanción, que es apenas un año y medio, ya ha aumentado un 50 por ciento el haber de los jubilados.

¿Pero qué hicimos entre ese año 2003 y ahora? se aumentó el 498 por ciento las jubilaciones que estaban congeladas, del año 1997, y que los mismos que hablan hoy y sancionan esta ley de quiebra le descontaron el 13 por ciento a los jubilados, además de decretar el default. No nos olvidemos lo macroeconómico porque un país se integra por jubilados, por pensionados, por docentes, por empresarios, por comerciantes, por alumnos, por todos los que vivimos en la República Argentina, que necesitamos de un Estado eficiente, pero los que más necesitan de un Estado eficiente son los más vulnerables, los que no pueden elegir un colegio privado para darle educación a sus hijos y tienen que ir a una escuela pública; los que tienen que ir a un hospital público para poder curarse porque no pueden acceder a una obra social o a una medicina prepaga; porque son los productores, los comerciantes, los empresarios que requieren también del Estado que pueda financiar con 6 puntos estás tasas para tener una tasa fija en pesos al 8 por ciento, como son los créditos que estamos dando hoy.

¿De dónde sale todo eso?

De la administración que hemos hecho, por eso digo yo, es una ley de quiebra del Estado, donde quieren vender, además, ese fondo de garantías - integrado por acciones y por títulos - en 30 días.

A veces pienso que más que favorecer a los jubilados en el discurso, me parece que detrás de esto hay otra cosa: hay que las empresas, bancos que recibieron ingentes recursos de las AFJP cuando les compraban ese capital accionario

Yo creo que en la República Argentina se acabaron los estúpidos, sinceramente, y yo no quiero ser ninguna estúpida, por favor.

Yo sinceramente creo que detrás de todo esto está también la posibilidad de que... ustedes saben una empresa muy importante de medios que vendió acciones a las AFJP, en un determinado monto, creo que era 30 pesos por acción y a los pocos días valían 6 pesos, hay un juicio penal por esto, por estafa.

Pero hay otras importantísimas empresas de las cuales los trabajadores argentinos, a través del sistema previsional tienen el 30 por ciento de las acciones de esas empresas, bancos, metalúrgicas, sería un decir, acerías -diría yo -inmobiliarias.

¡Qué bien les vendría a esas empresas que las acciones que colocaron a muy buen precio tener que liquidarlas el Estado y por ahí volver a recomprar sus propias acciones a muy bajo precio!

¡Qué bien les vendría!

Bueno, pero que se despidan, porque basta de estafar al Estado

Yo no soy tonta, esto de gente que tiene experiencia legislativa, que han gobernador provincias, que son titulares de partidos digan "bueno, no importa, cancela este año y luego vamos a ver cómo se financia", me suena demasiado ingenuo.

Yo creo que es esto y atrás, volver al sistema de que los trabajadores tengan que depositar en el sector privado porque, como lo que se administró públicamente fue muy malo y se fundió, entonces volvemos al sistema privado.

Así privatizaron la Argentina, con el desprestigio del Estado

¿Pero quién puede creer que quienes provocaron el default soberano más importante del cual se tenga memoria, que dicho sea de paso estamos recién saliendo el año pasado, ya se ha aceptado que Argentina habiendo superado el 93 por ciento del financiamiento de su deuda soberana, ya ha salido del default?

Cuando tenemos esta oportunidad magnífica, nuevamente los que nos fundieron, nos defaultearon, dejaron el país, a parte trágicamente con más de 30 muertos en esta Plaza de Mayo también, ahora ven de vuelta recompuestas las finanzas del Estado, el Banco Central con sus reservas, superávit comercial, superávit fiscal,

¿nuevamente volver para hacer lo mismo?

Yo creo que todos debemos pensar seriamente en qué país queremos vivir y la verdad que yo siento que atrás de todo esto, y lo vengo experimentando desde hace un tiempo, cuando no se me permitía utilizar las reservas del Banco Central y se pretendía que fuera a los mercados de capitales a pagar tasas del 14 por ciento cuando a mí me estaban pagando -cuando digo a mí, digo a la Argentina porque las reservas que tiene Mercedes Marcó del Pont en el Banco Central no son ni de ella ni mías, son de todos los argentinos- por esas reservas el 0.5 por ciento y querían que yo me fuera a endeudar a la Argentina con tasas del 14 por ciento o, si no, que recortara el gasto público.

¿Qué era recortar el gasto público?

Nada de obras públicas, todo lo que estamos haciendo en las provincias, viviendas, rutas, en fin, lo que les sirve también a ustedes, esa Ruta 9, la autovía entre Córdoba y Rosario y que vamos a inaugurar emblemáticamente y que se va a llamar Ruta del Bicentenario porque así lo han pedido todos. Nada de eso se podría estar haciendo, no se podría haber aumentado la producción de energía como lo hemos hecho y nos ha permitido seguir creciendo a tasas chinas.

Uno siente que hay como intereses muy fuertes atrás de todo esto que, en realidad, no están sentados en las bancas en el Parlamento.

Yo creo que los que están sentados ahí son las máscaras de otros que no están sentados ahí.

Ahora, creen que la que está acá, sí es, con sus errores y sus aciertos, pero las decisiones que tomo las tomo siempre pensando en los 40 millones de argentinos, en los que me quieren

(Corte del suministro eléctrico en el Salón)

Ahora ya me miran más linda, estoy segura que sí.

Bueno, cosas que pasan en la vida cuando muchas veces...

Lo que yo quiero decirles, amigos, amigas, gobernadores, gracias, Daniel, muchas gracias, vos fuiste vicepresidente de un hombre difícil, pero de un hombre difícil, pero de una valentía, de un coraje y de un compromiso con el país y con su vida que siempre mantuvo que realmente, no lo digo porque sea mi compañero de toda la vida, sino porque realmente le tengo una gran admiración como dirigente político de la República Argentina. ...

Hablé de Kirchner, milagro, aquí volvió la luz.

Hablé de Kirchner y se hizo la luz.

¡Qué maravilla, no me digan, una maravilla! Julián lo suyo es maravilloso, Julián avanza casilleros uno tras otro, así, muy fuerte, muy fuerte el hombre.

La verdad que me gustaría, porque también sería bueno, que del otro lado, hubiera debate, hubiera posiciones serias que pudiéramos discutir, debatir, intercambiar posiciones y experiencias.

Pero, en realidad, lo único que escuchamos son o descalificaciones o agravios, palos en la rueda, piedras o cosas como estas.

Parece que no alcanzó el default del 2001.

Ahora quieren la quiebra de esta empresa que es la Argentina y de una empresa que por fin, en los últimos 200 años, nos empieza a ir bien a todos y, además, en un marco internacional propicio absolutamente, no porque tengamos suerte o viento de cola, sino porque hemos advertido cuál es nuestro lugar en el mundo: que tenemos que agregar valor a nuestras materias primas, que tenemos que defender y plantarnos también como nos hemos plantado frente a los que durante años llevaron adelante las políticas que se dictaban desde afuera.

Por eso, yo quiero también, en nombre de las instituciones de la Argentina, hacer un llamado de mucha responsabilidad: no se puede ser oficialista y opositor, no se pueden violentar los roles constitucionales.

Cuando uno habla de la Constitución, de la calidad institucional, de la calidad jurídica y de la seguridad jurídica, tiene que también hacerlo desde un lugar de autoridad moral, concreto y puntual, de cómo están ejerciendo los roles de la Constitución.

Eso está muy claro, pero que nadie se ponga nervioso, no queremos que se vaya nadie, simplemente que se cumpla con los roles de la Constitución como todos, por lo menos nosotros desde el Gobierno, lo estamos haciendo.

Y con mucho orgullo decir que voy a seguir trabajando pese a todo, cada vez con más fuerza.

Es como que cuanto más me pegan, más fuerza me dan.

Es una cosa rara porque me pasaba -les voy a contar algo, casi una anécdota- que cuando era legisladora y era Kirchner presidente, por ahí yo me aburría un poco en el Congreso, porque no había mucho debate, mucha discusión, veníamos con un país que venía de una crisis muy grande y entonces veníamos...y de repente, bueno, era como que me aburría.

A veces es como que, bueno, todas las adversidades me dan más fuerza, me alimentan más y me dan mucha fuerza para seguir adelante, debe ser Dios, debe ser alguien.

Pero yo quiero agradecerte, Daniel, a ti y a todos los que hoy nos acompañan, yo sé que las especulaciones, sé de toda esa cosa del costo político.

Miren si yo hubiera pensado en costos políticos; nunca en mi vida pensé en costos políticos cuando era una voz solitaria, pero solitaria en serio -hay varios periodistas acá que se deben acordar de mis épocas de parlamentaria allá por los años 90, como senadora, primero, como diputada y después como senadora nuevamente-, hoy me acordaba cuando en soledad, con otros más por supuesto, votamos contra la derogación del delito de subversión económica que hubiera juzgado a quienes vaciaron la Argentina y empatamos también en la votación.

Pero bueno, yo creo que todas esas cosas que me han tocado vivir y me han tocado ver, porque además he visto un país desangrado, me ha tocado ver a las provincias "hechas bolsa" literalmente y discúlpenme que sea poco académico el término, pero no se me ocurre otra expresión, "hechas bolsa", 14 provincias pagando con papelitos.

Me acuerdo cuando Kirchner llegó y tuvo que irse a Entre Ríos a levantar la huelga con Daniel Filmus, el 27 de mayo de 2003, hacía 2 días que había asumido como presidente y allá marchó el flaco a ver cómo podía levantar esa huelga que además no era ni siquiera de un gobierno de su partido, era de un gobierno provincial de la oposición. Sí, fue con plata, a ver si alguien piensa que se administra el Estado de picudo o de picuda, no, olvidate.

El Estado se administra de la manera que lo hacemos nosotros, con superávit fiscal, con superávit comercial, cuidando y dando lo que podemos, pero además y al mismo tiempo, redistribuyendo como nunca se redistribuyó en la Argentina.

Llegamos a tener solamente a un 50 por ciento con cobertura previsional y hoy tenemos casi un 90 por ciento y, fundamentalmente, 2 millones y medio de jubilados nuevos que se incorporaron.

¡Qué hablar de la Asignación Universal por Hijo, de las netbooks, de los casi 1.000 colegios que ya tenemos, de la quintuplicación del presupuesto universitario.

Pensar que el mismo gobierno del descuento pensó también, los mismos dirigentes que les bajábamos la plata a las universidades el presupuesto y se arreglaba de esa manera el problema argentino.

Veo muchas caras que fueron compañeros míos en esas bancas.

Hemos construido un país diferente, distinto, mejor y creo que la situación del mundo y nuestra propia situación nos colocan, como dicen los corredores, en la "pole position".

No perdamos el tren por estas cosas.

Tengan la confianza absoluta, trabajadores, empresarios, científicos, profesionales, estudiantes, docentes, argentinos que esta Presidenta va a seguir cumpliendo con su responsabilidad: la de lograr que mejore cada día la calidad de vida de los argentinos.

Muchas gracias a todos ya todas, muchas gracias. (APLAUSOS)

Tenemos que anunciar que vamos a autorizar la exportación de 1 millón más de toneladas de maíz porque tenemos una excelente producción maicera.

Calma que si las cosas vienen mejor, vamos a tener más todavía autorización.

Así que, siembren, porque les va a ir bien.

Gracias